martes, 27 de abril de 2010

La violencia de las pandillas juveniles es un problema serio en América Central. Aunque tiene origen en las realidades específicas de los países de la región, también se vincula con los problemas de las comunidades de inmigrantes centroamericanos que hay en América del Norte y con el creciente fenómeno mundial de las pandillas juveniles. Los cálculos sobre la cantidad de integrantes de pandillas son muy variados, desde unos pocos 25.000 hasta la considerable cifra de 300.000 pandilleros activos en Guatemala, El Salvador y Honduras. Las dos pandillas juveniles más conocidas de América Central son la de Mara Salvatrucha o MS-13 y la pandilla de la Calle 18. Estas dos pandillas se formaron con inmigrantes centroamericanos en Los Ángeles a principios de la década de los 80. Desde allí, volvieron para diseminarse en América Central. También son un problema cada vez mayor en comunidades con poblaciones de inmigrantes en América del Norte. Nosotros en WOLA estudiamos el problema de las pandillas con nuestros socios de la Red Transnacional de Análisis sobre Maras.

Una pandillas comúnmente es un grupo de personas que sienten una relación cercana, o íntima e intensa entre ellos, por lo cual suelen tener una amistad o interacción cercana con ideales o ideología o filosofía común entre los miembros; hecho que les lleva a realizar actividades en grupo, que puede ir desde salir de fiesta en grupo hasta realizar actividades violentas.

Las pandillas suelen ser grupos de personas que tienes ideas o pensamientos en común y que se reunen, simplemente para convivir, y hablar de algun tema agradable, como hasta cometer casos violentos.

El jefe, en una pelea, siempre sale ileso, los "secuaces" o los integrantes de la pandilla, son los que resultan mas afectados, porque son los que salen golpeados, en la carcel, incluso hasta muertos.

En Iberoamérica el término pandilla suele tener especialmente connotaciones negativas, ya que su uso comúnmente se refiere para indicar a grupos, bandas o tribus urbanas que habitualmente realizan acciones violentas contra otras personas.

Algunas formas de clasificar a una pandilla son las siguientes: pandillas culturales, cuyo fin es únicamente de "honor" y camaradería, y las pandillas industriales cuyos fines son por lo general ilícitos y van desde la violencia, el narcotráfico hasta asesinato y otras actividades más.

Los pandilleros típicamente son jóvenes de entre 13 y 21 años de edad. A la mayoría no le ha ido bien en la escuela y muchos hasta han abandonado sus estudios antes de terminarlos. A menudo tienen familiares que han estado en las pandillas. Usualmente los jóvenes más involucrados en la pandilla tienen historial de estar sin supervisión adulta diariamente por largos periodos de tiempo desde una temprana edad. Estos jóvenes se unen a las pandillas en busca de aceptación, compañía, reconocimiento y el sentimiento de pertenecer.

Cada miembro de estos grupos, generalmente se involucra con el mismo, partiendo de la necesidad inherente de todos los seres humanos de sentirse identificado socialmente. En tal sentido, la carencia afectiva y las necesidades de recursos básicos, terminan por agrupar a dichos individuos. Uno de los casos más interesantes en cuanto a resocialización, son aquellas que guardan relación con los diferentes grupos religiosos.